Alma Fragmentada
Desplomarse, hundirse, abatirse,
culparse, odiarse, olvidarse.
Regresar, renacer, amar, crecer,
existir y compartir.
Fragmenté mi alma en muchos pedazos y me costó repararla.
Tuve que volver a pegar cada pieza en su lugar: rasgar la tristeza y volverla olvido.
Las heridas no sanan rápido, conllevan tiempo y una espera que muchas veces se vuelve interminable.
¿Por qué las heridas físicas sanan más rápido que las internas?
Ese dolor me recuerda lo frágil que somos y que cada una de las cicatrices tiene una respuesta evidente en forma de secuela.
Alma herida.
Alma que debes aceptar el cuerpo,
la existencia, el cambio, la vida.
Sobrellevar tu pasado, el dolor, tus recuerdos.
El cuerpo es natural, es un paisaje, con gordos, con pecas, con granos, con estrías y todo lo que conlleve, todo lo que tenga este cuerpo, pegado, salido, defectuoso y bonito.
No se ha rasgado la vida, te has rasgado tú en el proceso de cambiar el exterior, te has olvidado a ti mismo, vuelve a la raíz. Quiere tú alma, fragméntala si es necesario, enfrenta los miedos y tus propios pensamientos.
¿De qué huir?
Fragmentar el alma. De eso se trata.